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Estudió en el Conservatorio de María Cristina, teniendo como maestros, de solfeo en Baltasar Saldoni, y de Piermarini. Contratada como prima donna assoluta por los teatros de Madrid en la temporada 1836 -37, debutó en el de la Cruz con la ópera de Vicenzo Bellini I Capuleti ei Montecchi, produciendo un entusiasmo general, que se reprodujo más tarde cuando cantó Ana Bolena, el esule di Roma y el Belisario.
El 1838 contrajo matrimonio con el literato Ventura de la Vega, y después de una corta ausencia de la escena, volvió y su fama alcanzó el apogeo con ocasión de la llegada a Madrid del famoso cantante Giovanni Battista Rubini, con el que cantó, entre otras, las óperas Lucia di Lammermoor y La sonnambula, compartiendo las ovaciones con el gran tenor.
Continuó de forma brillante la carrera, y el 1849 y 1850 tomó parte en las obras que se cantaron en el hermoso teatro mandado construir el palacio por la reina Isabel, figurando el Ildegonda, y La conquista de Granada de Emilio Arrieta ; La Straniero, de Bellini; Luisa Miller de Giuseppe Verdi, y alguna otra, saliendo la cantante a éxito para velada.
Murió sin cumplir todavía los treinta y seis años. Rubini, el gran tenor, dijo hacia ella, que nunca había encontrado ninguna compañera de escena que tuviera la voz y el alma de Manuela Oreiro.
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