Selica Pérez Carpio


Selica Pérez Carpio (Jarafuel, 19 de septiembre de 1900-Madrid, 23 de mayo de 1984) fue una mezzosoprano lírica española.
Esta reconocida mezzosoprano nació en el seno de una familia de siete hermanos. Su padre, sastre, era tan aficionado a la música que dio a su hija el nombre de Selica en honor a la protagonista de L’ Africana, de Meyerbeer. Selica brilló en el género lírico durante más de treinta años, por más que fuese autodidacta y sin estudios musicales. Cantó como mezzosoprano, como tiple y como contralto. Niña aún, residiendo con su familia en Valencia, comenzó a tomar contacto con la vida teatral. Dado que sus hermanas mayores servían como coristas en el Teatro Ruzafa de Valencia, esto le permitiría asistir a funciones de zarzuela y opereta, las cuales se aprendía con prodigiosa memoria y las cantaba luego a sus amigas.
El 2 de septiembre de 1914 participaba en una función de aficionados, cuando de repente enfermó la tiple protagonista de la ópera Maruxa ​(de Amadeo Vives), en Elda, ella se ofreció a sustituirla. El éxito personal obtenido para quien fuera hasta entonces la más joven intérprete de la citada ópera de Amadeo Vives la lleva a continuar sus esfuerzos.
Tres años después, consigue su primer contrato serio representando en Manises la zarzuela Molinos de Viento, tuvo la suerte de ser dirigida por el maestro Vicente Lleó Balbastre, quien quedó admirado no sólo de la actuación, sino al saber que la joven era totalmente autodidacta. Lleó le propuso entonces llevarla con la citada obra al Teatro Ruzafa. Selica aceptó segura de su arte y no dudó en fijar su salario en 40 pesetas diarias, que era el que recibía una prima donna de aquel prestigioso teatro valenciano. La empresa aceptó y la primera noche fue un sonado triunfo....
Selica llegaría en toda su carrera a estrenar cerca de 80 obras y poseía un amplio repertorio, que en ocasiones se convirtió en la salvación de algunas de las empresas, pues estaba dispuesta a salir a escena y arriesgarse mientras se creyese que eran obras de calidad.Otro de los grandes acontecimientos en su carrera fue la encarnación que hizo de “Aurora la Beltrana” en 1933 para el Liceo barcelonés, al lado de Miguel Fleta como “Fernando”....
En 1956 participó en Doña Francisquita, producción de José Tamayo que fue la presentación de Alfredo Kraus y con la que tuvo lugar la reapertura del Teatro de la Zarzuela tras una reforma y con la que alcanzó unas 100 representaciones. Desde ese año intervino anualmente en la práctica totalidad de las temporadas de zarzuela del teatro de la Zarzuela, destacando las producciones de María Manuela de Federico Moreno Torroba que se estrenó el 1 de febrero de 1957, donde interpretaba el personaje de “Petrilla”. El 25 de octubre de ese mismo año la versión de Las Golondrinas de Tamayo y en 1963 la opereta La viuda alegre obra que realizaban para los festivales de España, adaptada por Alfonso Paso y dirigida como siempre por José Tamayo que cosechó éxito. Retirada desde 1976, Selica falleció en Madrid el 23 de mayo de 1984, desde hacía tiempo sufría la enfermedad de Alzheimer.


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