Salvador Videgain García (26 de febrero de 1886, Madrid - 12 de octubre de 1947, Madrid), conocido artísticamente como Salvador Videgain, fue un empresario teatral, actor, cantante, libretista y compositor español de la primera mitad del siglo XX.
Fue primer actor en el teatro Apolo de Madrid y director de la Compañía del Teatro de Verano de la calle Atocha. Su figura fue recogida en distintas publicaciones de la época, como Nuevo Mundo —en la categoría «Rostros de la escena»— o Mundo Gráfico —en la categoría «Figuras teatrales de actualidad»—. Además de en Madrid su compañía actuó en distintas ciudades de España, como Valladolid, en el Teatro Lope de Vega.
Estuvo asociado con el actor de teatro José "Pepe" Moncayo en una compañía que actuaría en los Teatros Apolo y El Cisne de la ciudad de Madrid en las décadas de 1910 y 1920, cuyas actuaciones serían destacadas por el suplemento teatral del diario ABC de España.
A los tres años de edad hizo su aparición en escena en la compañía de teatro de sus padres con los que trabajó durante años iniciando con ellos el gusto y afición por el teatro, en especial el teatro lírico, zarzuelas y humoradas. En 1907 se independizó y trabajó en la compañía Duval-Puchades que hacía sus representaciones en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao. Dos de las obras que representó en esta época fueron Sangre moza y La patria chica, con las que obtuvo un especial éxito.
De esta compañía pasó a Barcelona y Madrid contratado por Servando Cerbón (1858-1910) y después decidió formar su propia compañía con la que realizó constantes giras por los principales teatros de provincias españolas. Durante este tiempo dio a conocer su valía como actor cómico, haciéndose un nombre entre el público, de manera que en 1910 le ofrecieron un contrato para el Gran Teatro de Madrid (también llamado teatro Lírico).
Después le contrató el teatro Apolo, conocido como «catedral del género chico» donde su actuación como «gracioso» obtuvo muy buena acogida por parte del público, no así de la crítica que no compartía los gustos del «respetable». Continuaron las representaciones de una gran variedad de obras, unas más aplaudidas que otras. El tres de diciembre de 1910 pudo demostrar abiertamente su vis cómica en el estreno de El trust de los tenorios —humorada cómico-lírica en un acto— del maestro Serrano y Carlos Arniches (libreto), en el papel de Cabrera.
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